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uicios e imposiciones sociales, todo el materialismo y capitalismo absurdo que da posición, todas estas limitantes y estas etiquetas sociales, se ven superadas por el amor
Por: Lili Martínez
El amor médico es una obra de teatro en línea dirigida por Blanca Luna, con las actuaciones de Alex Reyva, Emmerson Hereb, Ricardo Vargas y Saúl Malváez, la cual se estará presentando los jueves y viernes, a partir del 14 agosto hasta el 18 septiembre del 2020.
¿Qué te motivó a realizar el montaje de la obra El amor médico?, sobre todo hacerlo de esta manera digital?
Blanca: Mi motivación inicial, desde que entré a la Licenciatura en Artes Teatrales era que quería dirigir, pero antes de ser directora tenía que aprender a actuar y ponerme en la situación de los actores. Después de ser asistente de dirección de una obra tan importante como lo es Los signos del zodiaco, donde llevé el coach de la actuación y veía la manera de ayudarles. Decido crear esta obra, aprovechando las plataformas digitales, puesto que es muy difícil presentar un proyecto nuevo en la Universidad, la burocracia se vuelve complicada y se requieren muchos permisos. El usar una plataforma es una gran alternativa, ya que no estamos frenados ni por la burocracia o permisos de alguien.
¿Por qué realizar esta obra en particular?
Blanca: Lo único que a mí me alejaba de este tedio, siempre han sido las artes, leer cuentos, novelas, series de tv y películas. Incluso volver a leer textos teatrales es cuando me digo, esto es lo que necesitamos, no evadir la realidad sino saber sobrellevarla con las bendiciones o el favor de la ficción, otras épocas, con otras estéticas, que es justamente lo que hace el arte, sobre todo el arte clásico, el arte de temáticas (que no son muy distintas de las actuales) pero que sí tienen modos distintos de presentarse. Yo ya estaba harta de escuchar de la pandemia en todos lados y dije ¡Basta! ¿Por qué también lo tengo que escuchar en el teatro? Parece que estamos enfermos de realidad.

¿Qué opinan de esta nueva forma de trabajo?
Ricardo: Yo no estoy preparado para que todo el teatro se vuelva algo digital porque siento que se pierde mucho la conexión con el espectador. Sin embargo, las condiciones nos obligan a adaptarnos a estos nuevos formatos y a esta nueva manera de hacer lo que más nos gusta, pues qué mejor forma de desarrollarlo que con las habilidades y herramientas que hemos adquirido durante nuestra formación académica. Somos tercos, jamás nos damos por vencidos y queremos seguir haciendo nuestra pasión, el teatro.
Emmerson: Antes estaba un poco renuente a este nuevo formato de teatro digital, ahora pienso que es bueno prestarse a la experiencia. También creo que desde hace mucho ya estábamos acostumbrados a una versión purista del teatro (escenario, gradas, luces, público). El teatro en línea es otra adaptación más del teatro, el cual evoluciona derivado de las circunstancias que se le presentan.
¿Por qué es importante representar El amor médico en la actualidad?
Blanca: Voces expertas han rescatado con respecto al tema de la obra: el sentido, donde los prejuicios e imposiciones sociales, todo el materialismo y capitalismo absurdo que da la posición social; todas estas limitantes y estas etiquetas sociales, se ven superadas por el amor. Cuestionarnos si debemos hacer lo que aprendimos o desprendernos de aquello que nos oprime, muchos de nosotros hemos hecho comentarios machistas, misóginos, comentarios en contra de la comunidad LGBTYQ, pero no nos damos cuenta porque es algo de nuestro día a día. Ahora estamos desaprendiendo cosas que eran cotidianas, un gran acierto que tiene la obra al tener actores que trabajan personajes muy femeninos, donde se vuelve tan natural ver a un hombre vestido de mujer. Lo cual hace al espectador cuestionarse ¿por qué no lo puedo ver normal en mi vida cotidiana? ¿en qué me afecta? Los prejuicios nos hacen mucho daño.

¿Podrían comentar algo sobre la construcción de sus personajes?
Ricardo: Tuvimos diferentes acercamientos para construir los personajes, por ejemplo, con el carácter de cada personaje, buscamos una forma en la cual pudiéramos representar si es flemático, colérico, etc. Para ello, nos basamos en la construcción aristotélica del personaje, donde fue una de nuestras principales fuentes. Así mismo vimos las formas de la comedia del arte, con una manera de conducta, la cual nos ayuda a la formación. También, fijarnos mucho en los colores de los personajes y lo que significa cada uno de ellos dentro de la psicología del color.
Saúl: Para unificarnos y que no estuviéramos en diferente circunstancia, como, por ejemplo, que uno estuviera en una novela y otro en una caricatura. Tuvimos una serie de sesiones teóricas sobre trabajo de mesa donde nos enfocamos, junto a la directora en unificar nuestros personajes para que todos estuvieran en una misma sintonía y el lenguaje fuera el mismo. También, trabajamos sobre una plantilla de personajes tipo, de la comedia del arte, en donde hablamos de características de cada personaje. De tal modo que, ya conociendo nuestros personajes, les dábamos determinada etiqueta, lo clasificábamos y lo caracterizábamos. Así mismo, trabajamos mucho en la gesticulación de las manos, ojos, hombros y voz, donde al crear ciertos vicios y rasgos de identidad denotan la forma de ser del personaje.
Retomando la mención de trabajar frente a una cámara, ¿se sienten cómodos con esta nueva forma de trabajar, estando a distancia del público?
Ricardo: Te acostumbras, no es como si realmente te sintieras incómodo, pero no es lo mismo tener los estímulos visuales, físicos y energéticos que da el tener a tu compañero de frente, pero es algo que vas aprendiendo a dejar de lado. Creo que nunca estás completamente cómodo en un escenario. Ahora, estamos mucho menos cómodos porque cada quien está en su propio escenario. También, tener que estar enfocando la mirada hacia ciertos ángulos, hacia diferentes direcciones o puntos focales, la misma luz que hay que acondicionar, tu fondo, la forma en la que está inclinada tu cámara, o sea, todo este proceso, es un tanto extraño.
Saúl: Con el paso del tiempo y de cada ensayo, vamos adquiriendo práctica y fortalecemos nuevas cosas. A su vez, vamos agarrando cierta forma de trabajo donde entran otros elementos y ya sabes dónde ponerlos para que entren a cuadro a determinado momento, o sabes hacia dónde dirigir tu gesto. Entonces, lejos de volverse una barrera, se vuelve una nueva oportunidad para dialogar con tu compañero. Lejos de decir que incomoda, que guste o que no, es una oportunidad para desarrollar nuestra creatividad, sobre todo, para ir mejorando y creciendo, más que pelearnos con el teatro en línea es ir de la mano con él.

¿Fue difícil conseguir su vestuario, su utilería?, ¿utilizan escenografía?
Alexis: La verdad es que yo estoy en pos de darle una estética y lo que hicimos siempre fue darles color a los personajes. Vimos clases de teoría del color, con base en eso se fijó el color más adecuado para cada personaje. Con todo lo que nosotros adquirimos de utilería, fuimos seleccionando lo que podía funcionar y lo que no. Al principio, se tenía la idea de que lo íbamos a hacer en pijamas, para que se viera trabajando al actor en cuarentena, pero al profundizar con los colores tratamos de buscar un sentido.
Saúl: Sí, también, la directora cedió el maquillaje para que al caracterizarnos fuera uniforme. Así mismo, se nos dio un boceto de cómo nos íbamos a maquillar, tuvimos sesiones para maquillarnos todos. Aunque, sin duda el vestuario fue lo más difícil, todos somos hombres y tenemos elementos, como la camisa, el chaleco, etc. Pero no contamos con ropa de mujer, al intentar conseguir ropa con nuestras compañeras o egresadas de la licenciatura, nos percatamos que, por las tallas, no nos quedaría para utilizarlo como vestuario. También el trabajar con elementos, sobre todo trabajar mucho con el convencimiento ya que, puedes tener un trapo de mecánico y puedes decir “esto está hecho de hilos de oro”, el espectador tiene que ver esos hilos de oro.

¿Qué experiencia les deja trabajar con Blanca?
Alexis: Me ha resultado grata, porque ella sabe diferenciar cuál es el trabajo del director y cuál no, eso ha facilitado mucho las cosas, porque sí es demasiado puntual, al decir “este ensayo va a estar dedicado a esto”, o “yo me encargo de conseguirles el maquillaje”. Ella tiene clara la responsabilidad de cada persona. Respecto a mi trabajo actoral, me gustó mucho que me diera la oportunidad de explorar. Sentí mucha guía de su parte, brindó muchas herramientas para construir, y con las bases que la licenciatura nos otorgó, me fue más fácil construir el personaje.
Ricardo: Me gusta mucho el orden que tiene y también que sabe manejar cada uno de los tiempos que tiene. No cualquier persona sabe hacerlo de una manera eficaz. La verdad, yo también estoy muy contento con su forma de trabajar. Otra cosa que me gusta es que no hacemos las cosas de manera obvia, sino que todo tiene un trasfondo y creo que es trabajo de todo director, pero no cualquiera lo aplica, entonces yo creo que Blanca es increíble.
Saúl: Yo también estoy muy contento, sobre todo porque es una persona abierta a nuevas ideas, no llega a imponernos lo que tenemos que hacer. Llega diciendo, “yo soñé esto, pero ustedes como actores ¿cómo lo hacen?” Entonces, como actor, no te estresas pensando que no estás cumpliendo un requerimiento que se me está exigiendo.

¿Algo que quieran añadir o comentar a nuestros lectores?
Blanca: Me gustaría decirles a todos ¡Buen provecho! Porque está obra es estéticamente como un pastel, espero que disfruten la función, espero que lo compartan, espero provocar algo, lo que sea, apelando a lo positivo. Espero que disfruten este postre de esta nueva modalidad de teatro que no tiene más que la intención de hacerles pasar un buen momento en medio de esta situación.
Sin lugar a dudas, les deseamos mucho éxito a nuestros compañeros en este nuevo proyecto. Así mismo, les dejaremos sus redes sociales para que apoyen la obra de teatro y puedan adquirir sus boletos
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