¿En qué Licenciatura imparte clases?
Doy clases en Posgrado y en Lengua y Literatura Hispánicas. Las materias que imparto en Letras son Morfosintaxis del español, Sintaxis del español y Proyecto profesional l, ll y lll; en el posgrado hasta el semestre pasado estuve trabajando una materia optativa que era Elaboración de textos académicos, en la que los alumnos cada uno salía con un artículo escrito por ellos que después enviamos a revistas indexadas; de esos artículos la mayoría ya se han publicado en revistas internacionales, lo cual me da mucho gusto, y esa es mi especialidad: el uso de la lengua, el dominio de la lengua en textos académicos.
¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la Universidad?
El 17 de septiembre de este año cumplí 33 años en la Universidad.
¿Cuál es la materia que más le gusta impartir?
(Risas) Yo creo que Sintaxis porque en Morfo están muy verdes, como que no les cae muy bien el veinte y cuando llegamos a Sintaxis ya están más familiarizados con la materia, comprenden mejor y ven la utilidad; ¿para qué sirve estudiar sintaxis? Pues para estructurar un párrafo de manera académica, clara, saber usar los signos de puntuación y, sobre todo en estos cursos, como trabajamos con textos de autores de primera, crece el léxico y esa es otra cuestión que creo que necesitamos todos: estar constantemente revisando el significado de las palabras, las actualizaciones del diccionario, porque con frecuencia usamos las palabras erróneamente.
¿Cuál ha sido su mayor aprendizaje en su experiencia como docente en la Facultad?
Yo creo que lo más fuerte para mí ha sido enriquecerme con ustedes, lo más importante en esta facultad para mí son los alumnos. Bueno, doy 20 horas de clase frente a grupo, eso te dará una idea de la importancia que tiene para mí dar clases, y de los alumnos aprendo, me gusta mucho cuando veo [en] sus ojos que están comprendiendo o cuando se angustian y me hacen una pregunta y logro enseñarles por dónde. Lo que más me gusta es enseñarles a aprender solos, que no me necesiten, que ellos sepan dónde buscar, y lo que he visto en los muchachos es que saben emprender, lo que tú estás haciendo, lo que hacen los Jóvenes Ecologistas, hay mucha actividad por parte de los alumnos que creo no ha sido adecuadamente reconocida ni estimulada y sin embargo los muchachos siguen. Para mí eso es lo más importante de la universidad, los alumnos.

¿Cómo era usted en su época de licenciatura?
Ay, esa pregunta está muy, muy difícil… Odiosa, yo entiendo a mis compañeros que no nos querían a Sara y a mí, no nos querían porque éramos… pues… odiosas. Está bien que hacíamos la tarea, leíamos mucho, pero no nos juntábamos con los compañeros, nos juntábamos con los maestros, nos metíamos a clase en posgrado (risas) con nuestros profesores y bueno, creo que eso no estuvo bien, la gente debe llevar amistad con sus compañeros, no con sus profesores. Pero bueno, ya pasó esa etapa y creo que por lo menos aproveché. Aprendí mucho en licenciatura.
¿Cuál es el recuerdo que más atesora de aquel tiempo?
El recuerdo que más atesoro… para mí, algo que marcó mi formación profesional fue Javier Beltrán, me acuerdo que él me decía “métete a un posgrado en Lingüística, tú tienes que irte a Lingüística” y yo decía “ay, pero ¿por qué?”. Me invitó a trabajar con él en un proyecto de investigación sobre Owen en 1984 y desde entonces trabajamos juntos Owen. Para mí eso ha sido definitorio en mi vida.

¿Cuál es su línea de investigación o su trabajo académico?
Me especialicé en Filología e historia de la lengua española y no sólo tengo dominio de la lengua de la norma culta sino también del trabajo editorial que también en esa aventura incursioné con Javier Beltrán hacia 2001. Empezamos a tomar cursos de trabajo editorial, nos fuimos a la UNAM a tomar el curso de Ecdótica de Belém Clark y hemos aprendido muchísimo de nuestros amigos allá en la UNAM y de la experiencia editorial; sacábamos en promedio 70 libros al año en el programa editorial y todos dictaminados con todo el rigor metodológico ecdótico. De hecho, participamos en la elaboración del reglamento editorial de la UAEM y el manual ecdótico que hasta la fecha está vigente en la UAEM.
Aparte de su trabajo académico ¿qué hobby o pasatiempos tiene?
Me encanta tomar cursos. Ahorita estoy tomando uno de Lingüística en una universidad de Holanda, en línea; está divertidísimo el curso. Confieso que ayer presenté examen y saqué 9.6… Tuve un error (risas) en lingüística, que se supone es mi área. Me encanta tomar cursos, me encanta jugar Pokémon Go, estar con mis gatitos, caminar y viajar, me encanta viajar.
¿Qué la llevó a jugar Pokémon Go?
Pues… trato de no enviciarme con los juegos porque tengo tendencia. En mis computadoras no hay juegos, los borré porque si no me pasaba horas jugando.
Era Digger, un jueguito como Pac-Man, pero era un topito que iba comiendo, o Solitario, cosas de esas. También jugué mucho Zelda, o sea, fui gamer muchos años hasta que vi que era un exceso. Cuando me hablaron de Pokémon Go dije “no, no voy a caer en la tentación” pero caí y lo que tengo ahora es que sólo lo utilizo cuando estoy caminando, cuando voy de un edificio a otro, cuando voy a comer gorditas con doña Ana o en el camión y es cuando juego Pokémon Go, pero cuando estoy en el cubículo no, cuando estoy en mi casa no, y de esa manera he controlado el juego y le he sacado partido porque camino más y hasta adelgacé.

¿Cuál es su animal favorito?
Los gatitos. Hace 2 años mi mami me regaló un gatito, antes de eso nuca había tenido gatos, siempre había tenido perros y amaba a los perros, pero desde que llegó ese gatito a mi casa ahora ya son cuatro y me tienen fascinada, son criaturas increíbles. Entonces gatitos sin lugar a dudas.
¿Cómo se llaman sus gatitos?
El mayor es Taco, después Totó, luego Tuno y luego hay una que tiene tres nombres: se llama Trufa Bufanda Tucita, Trufa porque le vi color chocolate como una trufa, luego Bufanda porque duerme en mi cuello extendida como bufanda y Tucita porque le puse un vestidito y cuando se lo quité se había enredado el pelo, le corté el pelo del lomito y quedó tusada.
Si su vida fuera una película, ¿cómo se titularía y por qué?
(Risas) No sé cómo se titularía… “Disfruta”. Yo creo que “Disfruta” porque eso es lo que me parece más importante: amar lo que hacemos, disfrutarlo. A mí me gusta dar clases, me gusta mucho estar en la computadora, tomar cursos en línea, dar cursos; Javier y yo damos cursos fuera de currículo, hemos dado en Ciencias Agrícolas o aquí mismo en la facultad, yo he dado en otros espacios académicos. Eso a mí me encanta, por eso yo creo que el título de mi película de mi vida sería “Disfruta”.
Si tuviera la oportunidad de volver en el tiempo en el momento de la elección de su carrera, ¿volvería a elegir Letras?
No, elegiría Lingüística… yo no sabía que existía Lingüística, yo entré a Letras porque quería estudiar Periodismo, desde niña tenía claro que quería dedicarme a leer y escribir. A mi casa llegaban las revistas de Selecciones del Reader’s Digest, entre otras, pero esa era mi favorita y lo que yo hacía era tomarla, leerla completa y en el índice que venía atrás, la tabla de contenido, yo anotaba… tenía un código, le ponía un “más menos, más más, menos menos”, que era mi reseña en donde estaba recomendando o no recomendando los artículos. Mis hermanas me decían que ellas nada más agarraban la revista y se iban a lo que yo recomendaba y no leían lo que yo no recomendaba.
Después me puse a hacer un periódico a mano, también con secciones en español, inglés y francés, reseñas de lecturas, libros que recomendaba, o sea, yo pensé que eso era ser periodista y quería ser periodista, ahora veo que no: desde niña quería ser editora sin saberlo.
Cuando le dije a mis papás que quería estudiar Periodismo, sólo era en la UNAM. Aquí en Toluca no había y pues no se me permitía irme a vivir a otra ciudad, no era concebible que una mujer se fuera de su casa en esas épocas a estudiar, entonces me dijeron “estudias a lo que hay acá” y dije “¿qué hago?”.
Iba en la prepa cuando dije “ay, admiro a este maestro”, el maestro Raúl Beltrán Perdomo. Me gustaban mucho sus clases, él me dio Literatura y era muy padre porque la única que había leído todo lo que él mencionaba era yo; cuando él hablaba de la Ilíada yo ya había leído la Ilíada, cuando hablaba de la Odisea yo ya la había leído. Todos los clásicos ya los había leído, gracias a Dios mis padres tenían una buena biblioteca.
Entonces me acerqué a él y le dije “oiga, maestro, ¿usted qué estudió? Porque yo quiero estudiar lo que usted estudió” y ya me dijo “Letras”. Así fue como vine a la facultad con una amiga (Ivonne) a preguntar por la carrera, nos dijeron y dijimos “vamos a meternos a esa”. Como nos gustaba mucho leer nos metimos y sí me gustó la carrera, pero lo que más me gustó de la carrera fueron los cursos de Dra. Aida Brener sobre Morfología y Sintaxis, y también la insistencia de Javier de que me fuera hacia Lingüística me animó a meterme en el posgrado a Lingüística y sí, la experiencia en el Colegio de México en Lingüística me deja claro que lo que a mí me gusta es la lengua, pero esta combinación rara que soy que sé literatura ‒no tanto como un verdadero literato‒, combino la literatura con la lingüística y eso creo que me hace una editora de contenido, una buena editora de contenido.
Si naufragara en una isla, ¿qué llevaría consigo?
Ay, mi iPhone (risas) con un cargador, no me concibo sin mi iPhone, no me concibo sin internet… no puedo, ya no; tengo problemas para leer en papel, yo leo en pantalla, entonces si estoy en una isla desierta y no puedo leer, ¿qué hago?
¿Qué consejo daría a sus alumnos?
Que establezcan metas, o sea, que sepan a dónde quieren ir, que vean cómo lo quieren lograr y que se pongan tiempos. Me acuerdo de una alumna que me dijo que se iba a tomar un año porque no tenía claridad en qué quería hacer con su tesis o si seguir en la carrera; se va a tomar un año, pero ¿para hacer qué? ¿Nada? ¿O se va a ir a trabajar a cualquier lugar? Y entonces le dije “en ese año ponte metas: qué vas a hacer cada día para alcanzar lo que quieres, la claridad en sobre qué va a ser tu tesis o si te quedas en esta carrera o te vas a otra”.
Yo creo que, si vamos por la vida esperando a que las cosas pasen, ya valimos… entonces hay que ver qué quiero y cómo voy a llegar a ello.