Escuchar el Eco de un ave que estalla

Por: Alex Haro

El impacto cultural, político y social que las redes sociales han tenido en nuestra era es tal que las artes no han logrado escapar de él. Todo lo contrario, pareciera que, con cada día que pasa, los artistas buscan la forma de incorporar sus producciones artísticas a esta nueva dimensión de la realidad humana. Un reto nada sencillo, dicho sea de paso, pero que, de lograrse, exhibe una vez más el carácter evolutivo de las personas y las artes.

Un exitoso ejemplo de este fenómeno es, sin lugar a dudas, el libro Eco de un ave que estalla, del escritor mexiquense Heber Quijano. De acuerdo con el propio autor, este libro nace de la tuiteratura que “con dejos de aforismo, como versos esporádicos, como microficciones […] es un engendro híbrido que no descubre nada, pero sí pone en movimiento aquello que se llena de polvo en los estantes” (Quijano, 2020, p. 6).

Nacido en Twitter, este libro está plagado de reflexiones que giran en torno a ocho temas: la bala perdida, la milicia, un diente de león, la caracola, los tragafuegos, la estrella de mar, las distopías y el hombre de hojalata; donde cada línea, cada trozo de texto contiene dentro de sí una sorpresa para el lector, quien no dejará de maravillarse, confundirse, asustarse, reírse y, sobre todo, jamás dejará de reflexionar.

Ahora bien, la extensión tanto de cada fragmento así como la del libro no debe ser una señal de lo que le espera al lector en cuanto a profundidad literaria. Eco de un ave que estalla es ideal para navegar en aguas profundas de interpretación artística sin la necesidad de recurrir a una obra de extensión prominente.

No obstante, lejos de lo que podría pensarse por las palabras del autor, Eco de un ave que estalla se encuentra lejos de ser un engendro. Muy por el contrario, se trata de una conjunción armónica gracias a los vínculos que establecen entre sí los distintos temas de la obra, que parecen estar dialogando a lo largo y ancho de todo el libro.

Ese es, precisamente, el valor gigantesco que Heber Quijano logró insertar en la obra. Si bien los temas podrían parecer diversos, y en muchos sentidos lo son, jamás se encuentran aislados. Por lo tanto, el lector nunca sentirá que se encuentra navegando por un mar estrecho lleno de interrupciones terrestres. Lo que encontrará en el texto será, en cambio, un río de oportunidades para el pensamiento y la interpretación, con aguas profundas y con un flujo ameno y constante.

Eco de un ave que estalla es el libro perfecto para llevar a todas partes, pues presenta lo mejor de ambos mundos que le dieron origen: la inmediatez y velocidad de las redes sociales, y el ingenio artístico que solo son capaces de llevar al papel algunos cuantos. Esta obra nos recuerda el poder de transformación que tienen las artes, y que su capacidad evolutiva depende de nosotros mismos.

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