
Durante el 17 y 18 de noviembre de 2021 se presentó el Tercer Festival Humanístico Barroco en la Facultad de Humanidades, en donde tuve la oportunidad de asistir al conversatorio: González de Eslava y el nacimiento del Teatro Virreinal a cargo del maestro Juan Francisco Hernández Ramos quien es el director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano y del director de la Compañía de Teatro Clásico del Estado de México Luis Enrique Barrera Díaz.
Dentro de los muchos temas tratados dentro de este conversatorio, que por cierto se encuentra en YouTube, nos cuestionamos sobre la importancia de continuar hablando de teatro clásico, y en específico del teatro virreinal.
Para el contexto mexicano, el teatro virreinal es el antecedente de lo que teatralmente hablando hacemos hoy en día, pues gran parte de nuestra cultura e identidad provienen de este periodo.
Actualmente formo parte del elenco de la Compañía de Teatro Clásico del Estado de México, cuya especialidad es el Teatro Virreinal; y aun formando parte de esta compañía no había pensado realmente en la importancia de nuestro teatro, sé por experiencia propia que el teatro clásico es aún vigente en nuestro contexto, pues el público aún sin decir una sola palabra, te hace saber cuándo tu trabajo le es valioso, porque asisten a las presentaciones, porque el aplauso y la energía que te envían desde las butacas te lo demuestra, porque las recomiendan a sus amigos, con sus hijos, etc. Es notorio que hay un interés real en asistir a este tipo de propuestas que nos encaminan a otro punto de nuestra propia historia.
¿Cuántas generaciones caben en 300 años? Aproximadamente once generaciones vivieron y se desarrollaron en el Virreinato de la Nueva España, históricamente hablando, este periodo marca un antes y un después, México-Tenochtitlán y los Estados Unidos Mexicanos están unidos directamente por La Nueva España, esta etapa de nuestro territorio forma una soldadura entre nuestros rasgos más ancestrales y los más actuales. Afortunadamente conservamos mucho del Virreinato, pero es en realidad el después el que comenzará a definir una gran parte de nuestra cultura.
Las compañías de teatro clásico fungen en la actualidad como un recordatorio, como un fiel museo histórico de aquello que fuimos al presentar no sólo las letras, la música, los vestuarios, los aditamentos más fieles a su época, nos dan un vistazo a aquello que por once generaciones nos identificó, aquello que significó un punto de partida en nuestra identidad, pero que además, nos brindan la oportunidad de retornar y aprender directamente de nuestro pasado para encaminar nuestro futuro, y para que las acciones de nuestro presente nos lleven a combatir la condena de repetirnos una y otra vez.
El teatro clásico no muere por que es testigo vivo de la historia, y bien dijo el filósofo español George Santayana: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”
Y es así como el teatro clásico no está aquí sólo para ser preservado, sino como indicio de que, y amo esta ironía, quizá con su ayuda logremos dejar de repetirnos en nuestro pasado.
Recuerden que pueden encontrar las ponencias y conversatorios del Tercer Festival Humanístico Barroco en el canal de YouTube de Humanidades Contigo UAEMEX.
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